Al comienzo de la obra de Laila Ripoll, el lector se encuentra en medio de
un escenario de bromas y juegos infantiles. Sin más información de fondo,
Ripoll describe el desván de un orfanato ocupado por cuatro niños de diferentes
edades. Al principio es difícil clasificar los eventos que ocurren. El diálogo
entre los niños se interrumpe constantemente por rencillas infantiles y los
eventos parecen caóticos. Los niños
Cuchachita, Lázaro, Marqués y Tuso se refugian en el desván porque tienen miedo
de una de las monjas del orfanato. La obra empieza con las palabras “ . .
.porque es todo un ensueño en la mente de mi madre, que, por estar ya muerta,
sola también está con los remordimientos.” El significado de esta introducción
se resuelve sólo al final de la obra, cuando entendemos que todos los hechos
descritos anteriormente ocurren únicamente en la imaginación de Tusos. Esta es
exactamente la razón por la cual los diálogos a veces son poco claros y, otras
veces, se reproducen de una forma más exacta. Como es típico de las narraciones
infantiles, los diálogos no siguen una estructura lineal de acontecimientos. Sin
embargo Tuso, cuenta con muchos
detalles el suplicio experimentado por sus amigos y recuerda muy bien de los
suyos propios. Así que a Tuso, por ejemplo, le cantan una canción que esta relacionada con los
terribles recuerdos de su infancia y todavía parece traumatizado por este
recuerdo. La obra, por los recuerdos Tusos, representa crueles tormentos de
diferentes infancias de una manera que hoy en día parece dramática y exepcional,
pero las cuales, en aquel tiempo, eran bastante frecuentes. Parece que la autora
pretende señalar, como podemos ver también en el título de la obra, que la
Guerra Civil no sólo dejó víctimas
adultas, sino también muchas almas infantiles
de los niños perdidos de las cuales no deben ser olvidadas. Ya con en el texto
de presentación la autora desarrolla el tema principal y dice “En este país ha habido una dictadura [...] Y
yo no sé por qué hay gente empeñada en no querer hablar de ello...”. Con
todas sus descripciones crueles y con detalles precisos en los cuentos de los
niños, la autora probablemente desea que el publico tenga presente que no se
debe cerrar los ojos ante este problema, como ella misma confesó en una
entrevista que le realizaron: “Yo no
puedo vivir de espaldas a esto.”
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